LA ESCUELA FRANQUISTA

Esta fotografía fue tomada durante el franquismo, concretamente en la etapa denominada Años de Penuria (1945-1962). Durante esta etapa los alimentos no sólo eran escasos sino de baja calidad. Con la finalidad de garantizar el suministro de productos de primera necesidad se implantó la cartilla de racionamiento, aunque se reveló claramente insuficiente. Durante 10 años los españoles tuvieron que padecer las penurias del racionamiento, mientras unos pocos acumulaban grandes fortunas gracias al estraperlo.

 

En esta etapa encontramos una política educativa en la que se deslegitima la República y aparece una legitimación del nuevo régimen. Se sustituye la ideología republicana por el nacionalcatolicismo. Aparece la sumisión a la autoridad, la metodología pasiva en el colegio (repetición, memorización), la separación de clases sociales y la separación de sexos (como vemos en la fotografía, no aparece ninguna niña en las filas).

 

Aparece el rechazo a los extranjeros, una centralización educativa en la que se censuran libros, y una unidad política, lingüística y cultural junto con una idea de imperio.

 

El alumnado masculino participaba en El Frente de Juventudes y en la Sección Femenina las chicas, y todos debían acostumbrarse a alzar la bandera y cantar el “Cara al Sol”.

 

En los colegios la asignatura de religión era obligatoria desde el parvulario hasta la universidad y existía una moral católica en la que se censuraban películas, libros, etc.

 

En cuanto a la separación de sexos, esto precisaba de edificios distintos con espacios separados y espacios diferentes en la misma aula; currículums distintos en los que había asignaturas femeninas y diferentes contenidos en las mismas asignaturas e ilustraciones de libros.

 

Los currículums tenían asignaturas específicas femeninas como labores, corte, patronaje, economía doméstica, puericultura, cocina, etc.; y diferentes contenidos en las mismas asignaturas, por ejemplo en educación física, música…

 

Todo ello era porque la función de la mujer era trabajar en su propia casa y cuidar de los hijos, mientras que los hombres iban a ganar dinero para poder vivir y comer.

 

En 1934 surge la sección femenina de la Falange Española en la que encontramos una ideología totalitaria y una estructura jerarquizada de la que se encargaba Franco. Su delegada nacional era Pilar Primo de Rivera.

 

En el ámbito escolar primaba la obligación de cursar asignaturas que solo podían ser impartidas por monitores de la Sección Femenina. Se intentaba fomentar el Espíritu Nacional y la Educación Física.

 

En cuanto a las actividades, podían tratarse de complementarias o de fuera del ámbito escolar. En las actividades complementarias se obligaba a las estudiantes de Magisterio a acudir a albergues y campamentos. En las de fuera del ámbito escolar se podían encontrar las Cátedras Ambulantes, las Escuelas de Hogar, la Regiduría del campo y la ciudad, los coros y danzas, residencias, colegios mayores y menores, y los servicios sociales, en los que permanecían tres meses de formación y tres meses de servicio social.